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Me ha encantado el trato de este cerrajero. Estaba preocupada por si era estafada, pero ni mucho menos. Gracias por abrir mi puerta tan rapido y por explicarme todo el proceso para mi mayor tranquilidad.

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Gracias

mui bien

Unos completos ineptos y unos mentirosos. Entregué una cámara para reparar y me dijeron que ese tipo de productos no se reparaban en tienda si no que se enviaban a Madrid. Después de múltiples llamadas para saber el estado de la reparación, por fin me dicen que había llegado justo ese día ¡Tres meses después! Hasta ese momento me aseguraban que desde Madrid les decían que tenían que pedir las piezas a Bélgica. Cuando voy por la cámara, me entregan la hoja de trabajo de Sony Madrid donde aparece la fecha en que ellos recepcionan la cámara. Mes y medio después de entregarla yo en la tienda. Es decir, que cuando me decían que faltaban las piezas ni siquiera había salido de tienda.Y lo mismo cuando les llegó ya reparada. Me dijeron que había llegado justo el día que llamé pero ya la habían recibido hacía más de una semana. Además,me niegan justificantes que están obligados a entregar por Ley. La chica no tenía ni idea de nada.Al final hoja de reclamaciones. Por vuestro bien buscad otro SAT

El peor sitio donde comer. Pedimos pulpo, y sabia entre podrido y con moho..... la mayor porquería que podías meter en la boca. Las autoridades sanitarias deberían pasarse por allí, para inspeccionar. No hay derecho que los turistas que por allí pasan, crean que España es así de guarra. El WC todo orinado por fuera a las 10 de la mañana, con los papeles por es suelo y decir sucio, es poco. He tenido que poner una valoración, pero ni una estrella se merecen.

[cont] Tras una breve discusión, me coge la copa y la lleva adentro diciendo que me la cambia (que ni siquiera era mi intención). Pero cuál es mi sorpresa, cuando veo que sale el otro camarero (el que había preparado la copa), se acerca a la mesa ¡¡con la misma copa que me habían puesto antes!! y dice en tono chulesco: "ron con cola, ¿verdad? pues está perfectamente". La deja en la mesa y se va. No dábamos crédito. Como dije al principio, fue el trato más humillante que recibí en mi vida en un establecimiento. Por supuesto, nos cobraron todo y apenas hubo un tímido amago de disculpa, manteniendo la actitud de prepotencia. Una escena grotesca, lamentable y realmente increíble que ocurrió como respuesta a una queja que expresé con respeto y educación.