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Dulces de Nava del Rey es mucho más que una panadería: es la herencia de una familia que lleva generaciones manteniendo vivo el sabor auténtico del horno de leña. Nuestros abuelos iniciaron este camino en el viejo obrador, más tarde mi madre lo renovó y hoy seguimos elaborando pan, bollos, pastas, hojaldres y empanadas con las mismas recetas de siempre. Cada pieza que sale de nuestro horno conserva la esencia de lo artesanal, hecha a mano y con el mimo que caracteriza a la tradición de nuestra tierra. Lo que nos diferencia es que trabajamos con horno de leña, uno de los pocos que aún quedan en la zona, que aporta ese sabor inconfundible de toda la vida.