El sueño de Elena era volver a encontrarse con sus raices, con su origen... Con volver a darle vida a aquella casa de la Tia Eloisa que siempre había vivido llena de bullicio, cuando las mulas entraban a través de las portadas y todos en la casa se ponían a comer gachas alrededor del perol.
Es un sueño basado en la hospitalidad, en invitar a unos amigos a tu casa y querer que se sientan a gusto, y enseñarles lo mejor. Por eso, tras realizar el primer sueño, Casa Rural El Almendro, llegó Antonio, y juntos llevaron a cabo la culminación del sueño... cuenqueando!
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